Con tu espíritu en Nazaret

Tú, Jesús, Obrero de Nazaret, eres la Palabra definitiva en nuestra vida.

El amor del Padre nos atrae hacia ti y nos regala el don de reconocerte Señor.

Con asombro, y sólo impulsadas por la fuerza del Espíritu te decimos: Tú, Jesús de Nazaret, eres Señor.

Tú, Jesús, Obrero de Nazaret, eres nuestro Señor. En el Taller de Nazaret te aclamamos Señor para gloria de Dios Padre. Tu Palabra acogida en Nazaret nos adentra en la vida del Reino.

Nazaret nos revela la dimensión más honda de tu amor, de tu entrega total en actitud de siervo.

Nazaret: ser hijo y hermano en la realidad de una familia, de un pueblo, de un trabajo pobre y humilde.

Nazaret: Taller donde nos eliges y donde acoges nuestra entrega, nuestra consagración, en las dimensiones más radicales del Reino, en caminos de solidaridad y cercanía, en fraternidad desde la acogida incondicional, en la búsqueda sincera de lo que Dios quiere, en diálogo y participación de todos los hermanos.

Con tu Espíritu, en Nazaret, nos sentamos juntos a la mesa de la fraternidad…

Con tu Espíritu, en Nazaret, partimos y compartimos el mismo pan…

Con tu Espíritu, en Nazaret, creemos, esperamos y celebramos la presencia del Señor…

Con tu Espíritu, en Nazaret, vivimos, sentimos y confiamos que la palabra de nuestro hermanos es tu aliento de vida que anima nuestro caminar hacia el Padre…

Ven, Espíritu Santo, y nuestra vida en Nazaret será tu vida para los hombres.

Ven, Espíritu Santo, y nuestra entrega será fecunda.

Ven, Espíritu Santo, y la alegría inundará nuestras vidas.

Ven, Espíritu Santo, y seremos en el Hijo, más hijos de Dios todavía.

Mª Jesús Aguirre fsj