Dos jóvenes camerunesas que desean ser josefinas

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Gracias, Señor, por la oportunidad que nos ofreces…

Nuestra entrada al postulado comienza primero con un día de recogimiento, el 15 de di-ciembre de 2019, con el tema: «Dios pensó en mí en Nazaret». Este día, cada una de nosotras tuvimos un momento de intimidad con el Señor, fue un momento culminante, de encuentro con Cris-to, porque creemos que Jesús nos llamó, respondimos a su llamada y nos gustaría vivirla en Nazaret.

Luego, la víspera del 18 de diciembre, la Hna. Eliene nos invitó a decorar la capilla. Pusimos la bandera de la Congregación en una esquina de la misma. Elegimos tres manteles de diferentes colores: morado, blanco y amarillo, como los de la bandera. Luego, escribimos una palabra en honor al padre Butiñá: «Que el testimonio de su vida nos ayude a seguir a Jesús, el trabajador, y a vivir el Evangelio del trabajo”.

El 18 de diciembre , en la misa, nos alegramos de estar rodeadas por las Hermanas, los miembros del Taller de Nazaret y nuestras madres. Al comienzo de la celebración eucarística, estábamos un poco abrumadas por el estrés, pero a medida que se desarrollaba la celebración, y gracias a la canción, nos serensmos. En su homilía, el padre nos invitó a ser justas, fieles, obedientes, atentas y dóciles a la Palabra de Dios como siempre lo fue San José. En el momento en que recibimos la medalla de la Sagrada Familia alrededor de nuestro cuello, sentimos un gran deseo de saber más acerca de Cristo y de tener siempre nuestros ojos fijos en la Sagrada Familia, por lo que tomaremos como modelo al Padre Butiñá para seguir mejor a Jesús, trabajador en Nazaret.

Después de esto la hermana nos dio a cada una de nosotras el libro que contiene la Corona de Jaculatorias que las Hijas de San José rezan durante su trabajo. A partir de ese momento, sentimos que ya éramos miembros de la Congregación de las Hijas de San José. Cada hermana, cada laico del Taller y nuestras madres vinieron a felicitarnos, acompañadas de una canción de San José. Estuvimos muy felices.

Al final de la misa, compartimos juntos un pastel con una sorpresa. En el rostro de todos había alegría, todos estábamos felices de celebrar nuestra entrada al Postulado, así como el aniversario de la muerte de nuestro Fundador. Damos gracias a Dios por permitirnos vivir esta experiencia y tener realmente esta familia.

Lydienne Elomba Emah

Fabiola Laeticia Kamga

Postulantes FSJ