15 años en Hoyo

1 Comentario
2321 Vistas

El tiempo es relativo. Ese debate es algo que, ya desde la Antigua Grecia, se intentaba aclarar con la diferencia entre el tiempo cuantitativo y el tiempo cualitativo, «Cronos» y «Kairós». Pero eso no soluciona el dilema. ¿Siete horas son muchas? Depende de con qué lo compares, de qué hagas en ese tiempo, de si está dividido o es una actividad continuada… ¿Y todo esto a qué viene? Pues…

15 años llevo asistiendo a Hoyo, tanto de participante como de monitor. 15 años acudiendo a Pascuas y/o Colonias (además de algún que otro encuentro de monitores). 15 años viviendo y creciendo en la fe. 15 años compartiendo con los demás mi manera de vivir y de trasmitir la Palabra. Pero todo este tiempo no es solo de “Cronos”, las experiencias vividas me han permitido ser la persona que, a día de hoy, soy. El compartir con los demás mi experiencia de vida y de fe me ha hecho tener unas convicciones y una creencia personal firmemente arraigada, pero lo suficientemente flexible como para poder asimilar nuevas ideas que hagan que esta siga creciendo.

Las personas que han pasado y que seguirán pasando son el principal motivo por el que este tiempo no es solo eso, es donde reside la calidad de la experiencia, el «Kairós». Yo esto lo conozco gracias a otros monitores, como «Espíritu de Hoyo» que, aunque lleve ese apellido no está afincado necesariamente en ese lugar (curioso que hablando de tiempo aparezca el concepto espacio), sino que es algo que llevamos con nosotros gracias a lo vivido.

Así que esta Pascua ha sido especial, pero no solo por cumplir esos 15 años, sino porque vivir la experiencia de Hoyo siempre es única e irrepetible, en todos estos momentos vividos no sería capaz de decir cuál ha sido más especial, con cuál me quedo o cuál destaca entre todos. Hoyo, Nazaret o la fe se construye con experiencias compartidas extendidas a lo largo del tiempo y no se pueden aislar, pues todas estas tienen importancia en este proceso de crecimiento.

No sé si 15 años serán muchos o no, no se si serán otros 15 más (“en tu mano están mis tiempos”), pero lo que sí tengo claro es que gracias a los Grupos Nazaret puedo crecer en la fe, desarrollar mi vocación laical, compartir con otras personas parte de mi ser… Y por ello este año celebramos estos 15 años, que en mi caso son más de media vida dedicada a los demás y a la construcción de la fe junto (y gracias) a las Hijas de San José y toda la Familia Nazaret.

Marcos Amador, monitor de Jerez de la Frontera

Marcos, representando a Pedro Apóstol, junto a un grupo de jóvenes.

1 respuesta añadida

  1. Sin duda 15 años puede parecer mucho, pero, como bien dices, el tiempo es relativo. Pienso que la compañía y, en consecuencia, las buenas experiencias y recuerdos, juegan un papel importante a la hora de «relativizar» cada minuto. Y cómo no, el Espíritu de Hoyo, no hace más que reforzar mi teoría.

    Conozco a más de uno que estaría de acuerdo en que limpiar la casa vacía el último día destapa el secreto de Hoyo. Este para mí reside en la maravillosa compañía que allí encontramos, personas que consiguen llevar la Palabra de una forma única y envidiable.
    Pero he de decir que si hay algo de lo que me acuerdo cada día son de tus palabras Paqui, eje fundamental de un equipo de enormes corazones trabajadores. Cuando uno pone de su parte, es fácil darse cuenta de lo mucho por lo que tenemos que pedir perdón, y más aún lo mucho que tenemos que agradecer. Y cuando me vuelvo consciente de lo que hice mal, me arrepiento y pienso «¿Pero porqué sigo siendo así?». Es en ese momento cuando rápidamente recuerdo tu respuesta: «Porque eres humano». Gracias, de verdad, por mostrarme a Jesús como no lo había visto antes. Gracias por presentarme a un amigo que estará conmigo siempre que yo le reciba.

Comentarios se han cerrado.