¡13 de Febrero! ¡Cumplimos años!
Hace muchos años… el Obispo de Gerona (España) exponía que, en un pueblo llamado Calella de su Diócesis, algunas jóvenes, bajo su autoridad, se habían reunido en una pía sociedad, viviendo en común en una casa con el fin de promover la piedad y la industria cristiana entre las mujeres.
Para las primeras Hermanas el Taller fue la OPORTUNIDAD para hacer realidad lo que llevaban en su corazón. Las “trabajadoras cristianas” (como así se las llamó) comenzaron a vivir como religiosas el sábado día 13 de febrero… El lunes, 15, fueron admitidas como aprendices en una fábrica de medias, contratadas por un salario, hasta que entró una Hermana más experta en labores y pudieron comenzar a trabajar en casa.
Hoy el TALLER sigue siendo LA OPORTUNIDAD (en cuanto a lugar, estilo de vida, valores, posibilidades…) para muchos hombres y mujeres que seguimos apostando por vivir el Taller como una parábola narrada de forma histórica y encarnada, para anunciar y hacer presente el Reino de Dios en medio del mundo del trabajo.
Y seguimos transitando por una escalera singular…
Por la que se sube bajando ¡y se baja subiendo!
Por la que se llega paso a paso al HOGAR-TALLER
entre el rumor de los pasos de DIOS
y el calor de unas huellas femeninas
que besan los peldaños uno a uno,
pues son los escalones necesarios para bajar-subir
hasta la altura plena de una humanidad transfigurada.
Bajar subiendo…
Hasta la hondura de las personas y de las cosas
hasta el corazón del trabajo humano,
hasta el TALLER JOSEFINO – lugar tangible y etéreo
lleno de sorpresas cotidianas
surgidas de sanas relaciones con DIOS,
con las personas, con las cosas.
Lugar en el que brotan espontáneas
la creatividad y el sentido de la vida,
la pasión por JESÚS DE NAZARET Y SU EVANGELIO.
Hoy es día de bendecir los nombres, las vidas, las historias,
de tantas JOSEFINAS precursoras, valientes profetas
que recorrieron hacia abajo esta singular escalera
de una santidad que está en el piso alto
en la terraza, a la intemperie,
donde JESÚS se abajó hasta el último peldaño
haciéndose “uno de tantos”…
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, FAMILIA BUTIÑANA!
¡DANOS JESÚS LA EXPERIENCIA DE NACER DE NUEVO,
DE VOLVER A RECORRER ESA ESCALERA BENDITA
Y QUE SU OLOR A MAÑANA RECIÉN ESTRENADA
NOS LLENE DE ALEGRÍA Y COMPROMISO JOSEFINO!
Mariela fsj
¡GRACIAS!
Gracias, no es una simple palabra,
es sagrado sentimiento que nace en el alma.
Hoy es un día especial para dar
gracias por esta fecha maravillosa.
Gracias, a ti, mi Señor, por estos 145 años
de vida de Nuestra Congregación.
Gracias por el don de la vocación de cada hermana.
Gracias por la invitación que nos haces cada día
a continuar el proyecto de amor de Dios
y seguir tejiendo redes de Fe y Esperanza.
Gracias, Señor, porque la vida es como una rosa,
tiene algunas espinas,
pero nada que no pueda ser superado
por la entrega confiada en las manos de Dios.
Gracias por la vida del Padre Butiñá.
Gracias por nuestro carisma.
Gracias por todas las bendiciones
y dones recibidos.
Azucena Becerra fsj