El telar es una propuesta de formación dinámica, experiencial, que propicia la participación, la interrelación y el sentido de pertenencia a la Familia Josefina.
En el telar, los hilos se entrecruzan para crecer en cualidad. En el telar, los hilos sueltos se reúnen y ordenan para formar una imagen bella, lo mismo que nosotros, en el proceso de formación, reunimos y reubicamos experiencias, contenidos, mensajes compartidos para descubrir o redescubrir, para conformar o reconformar nuestra identidad, vida fraterna y misión.
En el telar, este proceso de entretejer hilos nos habla de acompañamiento mutuo, de camino compartido. Nos capacita para ser impulsores de la vocación josefina.
En el telar, la pericia del tejedor, permite dar forma a los hilos que tenemos. En el telar josefino, confiamos en el Espíritu, buen artesano, que con su creatividad nos da forma de acuerdo con el patrón del carisma.
El telar, un proceso artesanal, las fibras naturales llegan a manos de los artesanos para transformarse en prendas útiles y hermosas. Así, la formación, un proceso artesanal, por el que salimos revestidos con el “poncho” de la Familia Josefina, que compartimos traspasando diferentes culturas, países, lenguas, generaciones.
Todas las hermanas de la Congregación y todos los laicos y laicas de los Talleres de Nazaret somos invitados a participar.
Así queremos que sea nuestra formación: contenidos sistemáticos, encuentros con otras comunidades y laicos, con un estilo sinodal, caminando juntos y desarrollando una mirada apreciativa. Todo ello basado en las prioridades nacidas del XIX Capítulo General.