Con José, mi amigo
Oh, buen José,
los milagros y privilegios
de los cuales otros
se han beneficiado,
no han sido tu herencia,
ni tampoco serán la mía.
Pero todavía puedo
desear una cosa:
disfrutar, como tú,
de la presencia de Jesús.
¿Podemos buscar
otra felicidad
que dejarnos invadir
por un Dios así
que tiene un solo deseo:
tener acceso a nuestro corazón,
vivir en nosotros
y nosotros en Él?
Elias Zoghby