¡Gracias José!
Termina el año dedicado a san José y mi devoción, amor y admiración por él han crecido, pues, gracias al papa Francisco que dedicó este año en honor a este gran santo, pude profundizar más en su vida, vocación y misión.
Sólo me queda agradecer. Agradecer a san José:
Porque siendo descendiente de reyes, se hizo un humilde carpintero. ¡Gracias, san José!
Porque fuiste valiente y decidido al oír la voz de Dios. ¡Gracias, san José!
Porque nos enseñas a trabajar con alegría, sin perder un minuto en la vida. ¡Gracias, san José!
Por enseñarnos a amar a María con cariño profundo y ternura. ¡Gracias, san José!
Porque cumpliste tu misión acogiendo el misterio de Dios. ¡Gracias, san José!
Por enseñarnos a redescubrir el silencio como escucha y diálogo. ¡Gracias, san José!
Por ser modelo para la vida consagrada. ¡Gracias, san José!
Por enseñarnos el valor y el sentido del trabajo. ¡Gracias, san José!
Por ser padre en la sombra, por tu presencia discreta, siempre en silencio. ¡Gracias, san José!
Porque nos enseñas que Dios siempre está a nuestro lado. ¡Gracias, san José!.
Porque eres el protector de la Iglesia. ¡Gracias, san José!
Porque eres el Patrono de nuestra Congregación. ¡Gracias, san José!
Porque al morir entre Jesús y María, nos acompañas en la última hora. ¡Gracias, san José!
Porque nos amas, nos cuidas y proteges como hiciste con tu querida familia. ¡Gracias, san José!
Por ser el árbol florecido, no para dar fruto, para dar sombra. ¡Gracias, san José!.
¡Gracias mi querido san José!
Azucena Becerra Rosas fsj