Dios te salve, José

Dios te salve, José,
dócil al Espíritu Santo,
el Señor está contigo.
Tú eres el esposo virginal de María.
Y Jesús, que Dios confía a tu custodia, es bendito.

San José, padre desde el corazón,
ruega por nosotros, pobres pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.