Sueño de Dios
SUEÑO DE DIOS fue su vida…
Día a día Francisco lo hizo real. Con su admiración por la vida y por la obra creadora de Dios.
«Cuando con la imaginación contemplaba el pintoresco lago de mi villa, surcado ya por manadas de patos, ya alterado por los saltos y buceos de un vuelo de aves acuáticas; cuando me figuraba ver pintadas en sus plateadas aguas, bien las verdes montañas de Rocacorba y de Sant Patllari, bien las azuladas cimas de la Mare de Déu del Mont, o bien los blanquecinos picos del Canigó, no podía menos que admirar la grandeza y bondad infinita del Creador, que tan bellísima morada fabricó para pobres desterrados.» (La venjança del Martre. Prólogo. 1871).
Con su sed de verdad y conocimiento: «Prefiero mil veces estar hundido toda la vida antes que medrar por la adulación y la lisonja.» (Al P. A. Mª de Arcos. Manresa, 12 de agosto de 1886).
«Mucho me complazco en ver que sigue V. aficionado al estudio… Estoy persuadido que salvo la virtud no hay en este mundo otra cosa que más puro é inocente placer cause al hombre que la ciencia.» (A Pedro Alsius. León, 25 de junio de 1867).
Experimentó el TRABAJO como gran don de Dios, como lugar donde crecer como persona… y vivir el encuentro con ÉL.
«… el hombre nació para trabajar como el ave para volar» (Migdiades del mes de mayo. Girona 1871. p. 59).
«En medio del trabajo di de vez en cuando: Buen Jesús, abrasa mi corazón en tu amor.»(Carta a Dolores, León, 19 de mayo de 1868).
Se apasionó por Cristo y su obra: «Tengo tan gran deseo de entregarme enteramente al servicio del buen Jesús, que estoy resuelto a no negarle ningún sacrificio…» (Carta a Dolores. Calella, 24 de febrero de 1876).
«… pide al buen Jesús que te ilumine, ya que Él debe ser nuestro Guía principal.» (Carta a Dolores. León, 10 de agosto de 1868).
Con su dedicación incansable a proporcionar el conocimiento de Cristo a todo tipo de personas….
«Estuve en Guaza y Flechilla, pueblos de Campos, dando misiones. No tenía un momento de descanso…Perdí el apetito y el sueño. No pensaba más que en el consuelo de los pobrecitos.» (A Pedro Alsius. León, 24 de abril de 1868).
«Pide al Señor bendiga mis trabajos, que sean de gran provecho al bien de las almas.» (Carta a Martirián. Tarragona 23 de diciembre de 1895).
Ofreciendo su ternura hacia los más débiles, sobre todo a la mujer desvalida…
«Viendo que muchas chicas pobres, en situación de grave riesgo personal, con frecuencia encontraban cerrada la puerta de la vida religiosa por falta de dote, conmovido por su triste situación, intenté remediar este mal tan grave. Por eso puse los cimientos del Instituto de las Siervas de San José, que llevando vida religiosa y realizando labores fabriles, según las técnicas de hoy, puedan cubrir los gastos domésticos con su trabajo e industria e incluso dar alojamiento y educación a jóvenes extraviadas.» (Carta al P. General. Gerona. 8 de marzo de 1882. Carta 120. pp. 381-183).
Siempre con su plena y serena confianza en los caminos que el Señor va mostrando.
«Déjalo todo en manos de Dios, que es Padre cariñoso y Él se cuidará…» (Carta a su sobrina Teresa Mumbert. 5 de agosto de 1890).
16 de abril de 2014, a los 180 años del nacimiento del P. Butiñá
Soledad Ezquerro fsj