Servir con José

Hay hombres y mujeres
que son servidores,
no por mediocridad ni por debilidad,
ni por incapacidad, sino por elección.

Ellos viven en la sombra.
No gritan en las plazas públicas.
Corren detrás de los escenarios.
Ponen su fuerza y su energía
en crear felicidad alrededor de ellos.

Su sonrisa viene de la alegría que dan.
Aceptan que no les mostremos ningún reconocimiento.

Para ellos, estar al servicio de los otros
es la mejor manera de vivir de pie,
en la plenitud de su dignidad y de su talla humana.

Para ellos, servir es la única manera de ser
a imagen y semejanza de su Padre del cielo.
José, el esposo de María, es uno de esos.

Charles Singer