Clausura de la Fase Diocesana de la Causa de canonización del P. Butiñá
El día 19 de marzo tuvieron lugar dos actos muy significativos: la Eucaristía de acción de gracias a las 11:00 hs. y la Clausura, propiamente dicha, de la Fase Diocesana de la Causa de Beatificación y Canonización del P. Butiñá, a las 16:00 hs. Ambos tuvieron lugar en la Iglesia Parroquial de Santa María dels Turers (Bañolas) donde el P. Butiñá recibió las aguas bautismales.
La Eucaristía fue presidida por el Sr. Obispo Mons. Francesc Pardo i Artigas. Concelebraron el Obispo Emérito, Carlos Soler Perdigó, el cual dio el Decreto de apertura de la Fase Diocesana de la Beatificación y Canonización del P. Butiñá, en febrero del año 2007, y varios sacerdotes.
Los cantos fueron acompañados con el órgano electrónico por Hna. Adoración Gordo y por Hna. Purificación Rojo que acompañó algunos de ellos con la guitarra.
La homilía del Sr. Obispo fue muy entrañable y oportuna. La transcribimos completa en la siguiente entrada.
En el momento de las ofrendas se presentaron junto con el pan y el vino, uno de los libros que escribió el P. Butiñá, La Luz del Menestral, como símbolo de la luz del Evangelio para todos trabajadores; los escudos de las Hijas de san José y de las Siervas de san José, en representación del carisma y la entrega de mujeres consagradas en el mundo trabajador pobre; varias telas de diferentes continentes en los que está presente el carisma josefino, a través de talleres en los que hermanas y trabajadoras viven su tarea hermanando la oración con el trabajo; una jarrita con agua del lago de Banyoles, que expresa el arraigo de Butinyà a sus orígenes, al mismo tiempo que supo vivir con un horizonte abierto a las diferentes culturas en las que sembró el Evangelio.
Por la tarde, tuvo lugar el acta de clausura propiamente dicho. En realidad, se trataba de un acto jurídico muy sencillo. Era también la oportunidad de compartir algunos rasgos de la vida y la obra del Siervo de Dios, Francisco Butiñá ,y resaltar su influjo positivo en la vida de las personas y de los pueblos a través de algunos testimonios.
El acto se abrió con un momento de oración que motivó el Sr. Obispo y unas palabras de acogida del Párroco, Ramón Pijoan.
A continuación, Lilian Ocenar, Coordinadora General de las Siervas de san José, y Mª Mendía Ajona, Superiora General de las Hijas de san José, pronunciaron sendas palabras de acción de gracias.
Dos religiosas, Mª Pilar Marquínez, fsj, y Eulalia Ramírez, ssj, compartieron lo que Francisco Butiñá había significado en sus vidas: cómo lo habían conocido, cómo habían profundizado en su persona, cómo hoy les sigue ayudando y guiando en el caminar cotidiano.
Hubo dos presentaciones audiovisuales sobre la Misión, expresando, de este modo, la fecundidad y diversidad en las expresiones del carisma en diferentes países, contextos y realidades donde ambas Congregaciones estamos presentes.
Un jesuita, P. Llorens Puig, compartió el recuerdo del P. Butiñá en la Compañía de Jesús, con unas valiosas y jugosas consideraciones sobre la trayectoria humana y espiritual del Siervo de Dios y su modo de entender la santidad.
Hna. Patrocinio Eguillor, superiora de la comunidad de Bañolas y en nombre de la misma, compartió un testimonio de la presencia de las Hijas de San José en Bañolas.
Mateu Butiñá, descendiente de Martirá, el sobrino del P. Butiñá, hizo un relato de lo que suponía en la familia mantener vivo su recuerdo y referencia. (Podéis leer el testimonio íntegro en la entrada siguiente)
Seguía el acto jurídico propiamente dicho. Mn. Cosme Badía nos recordaba el largo proceso que había supuesto recopilar, ordenar, comprobar, etc. los 16000 folios que componen la documentación, ya dispuesta, para ser enviada a Roma.
Dos hermanas de las dos Congregaciones, Mª Pilar Marquínez y Eulalia Ramírez, fueron nombradas por el Sr. Obispo como portadoras de la documentación. Ambas prestaron juramento ante esta responsabilidad.
Cerrando la fase diocesana, el promotor de justicia, Mn. Zaragoza, es interrogado por el Sr. Obispo acerca de si existe alguna dificultad para que siga adelante el proceso en Roma. Fue emocionante escucharle decir que no solo no existía dificultad, sino que el trabajo de estos años le había mostrado que Butiñá había llevado una vida profundamente cristiana y podía ser propuesto como modelo de santidad en la Iglesia.
También prestaron juramento el Sr. Obispo, el Secretario Actuario del Tribunal, Mn. Cosme Badía, y la Postuladora actual, Hna. Mª Soledad Ezquerro. Todos testificaban haber trabajado con honestidad y rectitud en el proceso, de acuerdo con lo requerido por la Iglesia.
Llegó el momento de leer públicamente y firmar las últimas actas que recogían estos hechos. A continuación, estos documentos se guardaron en las cajas correspondientes. Tras cerrarlas con lacre quedaron dispuestas para ser enviadas a Roma. Era el punto final del acto.
La presencia de la coral de Bañolas, «Cor del Teatre», amenizó la tarde con algunos temas musicales de gran belleza.
Fue, en definitiva, un acto sencillo y profundo; un paso más que celebramos con gozo ambas Congregaciones y la Familia Josefina, junto al pueblo de Bañolas.
