IDENTIDAD

El Espíritu de Dios, que conduce los caminos de la Iglesia, se manifiesta hoy con fuerza suscitando el reconocimiento de la vocación laical, señalando que todos los cristianos estamos llamados a seguir a Jesús, a participar en su misión salvadora.

MISIÓN

Como lo fue para Jesús, Nazaret es para nosotros lugar de evangelización, de anuncio de la Buena Noticia al hombre, en todas las circunstancias de la vida, aun en las más cotidianas, especialmente en el trabajo.

ESPIRITUALIDAD

Tratamos de vivir según el Espíritu, en los caminos de nues­tra vida, de nuestra realidad personal, familiar, laboral y de la historia contemporánea, en una espiritualidad encarnada.

Aliéntate, obrero cristiano, porque puedes ser santo y un gran santo.

Francisco Butiñá

LA LUZ DEL MENESTRAL