Espera

“… comenzaremos ahora, juntamente contemplando su vida, a investigar y a demandar en qué vida o estado de nosotros se quiere servir su divina majestad” (EE.EE.135)

 

 

Esperaré a que crezca el árbol,
y me dé sombra.
Pero abonaré la espera
con mis hojas secas.

Esperaré a que brote el manantial,
y me dé agua.
Pero despejaré mi cauce
de memorias enlodadas.

Esperaré a que apunte la aurora,
y me ilumine.
Pero sacudiré mi noche
de postraciones y sudarios.

Esperaré a que llegue lo que no sé,
y me sorprenda.
Pero vaciaré mi casa
de todo lo enquistado.

Y al abonar el árbol,
despejar el cauce,
sacudir la noche
y vaciar la casa,
la tierra y el lamento
se abrirán a la esperanza.

 

Benjamín González Buelta, sj