Jesús de Nazaret
Jesús de Nazaret,
palabra sin fin en tu nombre pequeño,
caricia infinita en tu mano de obrero,
perdón del Padre en calles sin liturgia,
Todopoderoso Señor en sandalias sin tierras,
culmen de la historia creciendo día a día,
hermano sin fronteras
en una reducida geografía.
No eras una mayúscula
que no cabe en la boca
de los más pequeños,
sino pan hecho migajas
entre los dedos del Padre
para todos los sencillos.
Tú sigues siendo el agua de la vida,
una fuente inagotable
en la mochila raída
del que busca su futuro,
un lago azul en el hueco
insomne de la almohada,
un mar tan inmenso que sólo cabe
dentro de un corazón
sin puertas ni ventanas.
En ti todo está dicho,
aunque sólo sorbo a sorbo
vamos libando tu misterio.
En ti estamos todos,
aunque sólo muerte a muerte vamos acogiendo tu futuro. .
Y en cada uno de nosotros
sigues hoy creciendo
hasta que todo nombre,
raza, arcilla, credo, culmine tu estatura.
Benjamín González Buelta s.j.