Desde Zaragoza y Azagra

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Como todas sabemos, el pasado 19 de marzo se cumplían 25 años del inicio de los Talleres de Nazaret. Queremos que la celebración de un acontecimiento tan importante dure todo este año y culmine el 18 de diciembre, fecha en la que hacemos especial memoria de la vida y obra de nuestro Fundador y en la que muchos miembros de Talleres, a lo largo de estos 25 años, han celebrado su compromiso.

Los distintos grupos de Talleres de Zaragoza y el de Azagra se reunieron el 17 de marzo para comenzar esta celebración:

“Es una fecha para pararse a pensar, reflexionar, compartir, celebrar y preguntarnos: ¿De qué ha estado lleno mi camino en los Talleres?” Esta cuestión sirvió para iniciar un compartir. Cada persona era invitada a manifestar su experiencia personal en una huella del camino. Se expresaron cosas muy interesantes. En estos años, para muchos, pertenecer a los Talleres ha significado crecer en sencillez, compromiso, espiritualidad, carisma, servicio…  Ha sido la oportunidad de pasar por vivencias muy profundas.

“Pero si queremos buscar el principio de todo, éste se remonta a 144 años atrás, cuando Francisco Butiña puso en marcha una llamada profunda y evangélica, al servicio del mundo obrero, especialmente de la mujer trabajadora pobre. Esta vocación y urgencia evangélica le nacen a Butiñá contemplando mucho a la familia de Nazaret, a San José, nuestro patrón, en su vida oculta, sencilla, trabajadora.  Su “Sí” a Dios fue esencial en la vida y el crecimiento de Jesús”.

La reflexión sobre San José se hizo a través de unas diapositivas, que preparó Laura, del grupo de Zaragoza-Oliver, en las que se fueron presentando diferentes facetas del Esposo de María.  

La profundización y el diálogo en el grupo se completó con las preguntas siguientes:

¿Qué huella ha dejado en mi vida el pertenecer a los Talleres de Nazaret? ¿Qué valores de San José podemos aplicar en nuestra vida? ¿Cómo ha cambiado nuestra vida al descubrir a F. Butiña? ¿Cómo este descubrimiento nos lleva a vivir la Misión Compartida?

Algunas resonancias del encuentro:

Desde Azagra llegamos muy motivadas, porque en el pueblo ya nos habíamos encargado de preparar y celebrar con la gente la fiesta de San José. Además, nos sabemos “Hijas de San José”. Ante el mural del camino y ante la petición que nos hicieron de expresar nuestra huella, yo pensé siempre tenemos que estar en camino. No quise poner mi huella ni al principio ni al final, porque siempre estamos caminando. Desde que tenemos uso de razón y hasta el momento en que Dios nos llama, siempre tenemos que estar recorriendo un camino, pero cada vez con más sentido, en el contexto en que José nos enseñó: con humildad y en el silencio, diciendo siempre “sí”, permaneciendo fieles a la oración y a los pequeños servicios de cada día.

Elena (Azagra)

La convivencia fue muy buena. Fue la posibilidad de conocer caras nuevas, nuevos miembros de los Talleres. Del encuentro me gustó mucho la idea de “hacer camino juntos”. El camino necesariamente lo tienes que hacer con los demás. A veces, pretendemos andar solos y parece que nuestra sociedad nos anima demasiado a ese individualismo… Y no es así. A medida que vamos madurando, uno comprende que la cuestión no es correr más, sino compartir el camino con los demás. Y el ambiente de buena convivencia, la acogida que recibimos de nuestros compañeros de Zaragoza contribuyó a esta misma experiencia de comunidad que vamos caminando juntos.

Jesús (Azagra)

En el encuentro fue muy bonito experimentar que vamos creciendo, que celebramos cada vez con más alegría y más profundidad las fiestas de la Familia Josefina. Nos enriquecemos con la experiencia que compartimos. En el camino, cada uno tenemos nuestro momento, nuestro lugar… Pero percibo cada vez más sintonía con los valores butiñanos en todos los grupos, en los mayores, en los jóvenes… en Zaragoza, en Azagra. Al escuchar la experiencia que todos compartimos a través de esas huellas, percibí que hay cosas que solo llegamos a sentirlas gracias a la profundidad de los demás. A veces, tú solo eres capaz de vivir un pequeño aspecto… pero prestando atención al compartir de todos, puedes llegar a reconocer la gran riqueza y profundidad de este camino que compartimos.

Mª Carmen (Zaragoza)

Siempre el encontrarnos en Familia Josefina es una gozada. Lo mejor del encuentro es precisamente el hecho de “encontrarnos”, sentirnos en la misma sintonía con otras personas. Las diferencias de edad, de sensibilidad, lugar de residencia, recorrido que llevamos… no son ningún impedimento. Al contrario, todos tenemos un nexo común, Jesús de Nazaret; y un origen común en la inspiración del P. Butiñá. En la medida que yo veía a mis compañeros participar dejando sus huellas sobre ese camino simbólico que entre todos estábamos construyendo, me iba quedando en el corazón una huella de felicidad, una gran alegría de participar con otros en ese camino.

Rebeca (Zaragoza)

Este encuentro de Talleres se ha vivido en un espíritu pleno de comunidad fraterna. Desde que el plan de juntarnos estaba en nuestra mente como una semillita, un soplo del Espíritu en nuestros oídos nos puso en camino. La alegría de encontrarnos con otros hermanos josefinos, compartir las vivencias como huellas de nuestra andadura en Nazaret, dar la bienvenida a nuestro hermano más joven, conocer más a San José, dejarnos llenar del carisma siguiendo los pasos del Padre Butinyà y, sobre todo, celebrar la alegría de estos 25 años en la esperanza de que Jesús nos regale otros 25 años más de recorrido. Siempre unidos en la oración y el trabajo.

Laura (Zaragoza)

 


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  1. Felicidades querida Familia de Azagra y Zaragoza. Dios siga llenando el camino con huellas de Nazaret.

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