Te seguiremos

Tras tus pasos, en camino,
aprendiendo en la marcha,
en comunidad itinerante,
te seguiremos, Señor.

Porque Tú tienes palabras de vida
que llegan al corazón
y descubren nuevos rumbos.

Porque Tú nos miras a los ojos,
nos muestras tu rostro
y nos invitas a nuevos horizontes.

Porque Tú sacudes nuestros pies,
quebrando nuestras rutinas
y nos lanzas a nuevos desafíos.

Porque Tú eres el Señor,
la Fuente de la Vida
y nos llamas a una nueva existencia.

Sí, Señor, te seguiremos,
para sembrar tu Palabra,
para alumbrar la Esperanza,
para construir el Reino.

Te seguiremos,
dejando lo que sea necesario,
sin atarnos a los bienes,
ni a los afectos,
ni a nuestros propios proyectos.
Lo dejaremos todo, Señor,
para que ocupes el centro
y el horizonte
y empapes nuestra sed de encuentro.

Abre, Señor, tus brazos
y estréchanos fuerte,
sostennos en las dificultades
y anima nuestro espíritu
en los conflictos.
Sí, queremos seguirte, ser discípulos,
ecos de tus palabras,
reflejos de tu mirada,
testigos de tu presencia.