A pesar de todas las dificultades en Zaragoza pudimos celebrar la fiesta del Padre Butiñá el 18 de diciembre.

Sí, cuidando todas las medidas para evitar el contagio, las hermanas de la Comunidad del Barrio Oliver y algunas laicas de los Talleres Nazaret, acudimos a la Parroquia de San Pedro Apóstol, para dar las gracias por el Padre Butiñá y lo que significa su obra para la mujer trabajadora pobre, para la Congregación, para la Iglesia.

La Eucaristía, cuidadosamente ambientada, fue el acto nuclear y la mejor expresión de acción de gracias por la vida y la santidad de nuestro Fundador.

Preparamos con mucha atención los cantos, las lecturas, las ofrendas, las peticiones, acción de gracias, envío… Todas, hermanas y laicas, participamos con gusto y alegría.

Nos sentimos contentas, agradecidas, motivadas para seguir viviendo los valores del Taller de Nazaret y enviadas a llevar esta buena noticia del evangelio de Nazaret a nuestras familias, a nuestros ambientes de trabajo.

Al finalizar la Eucaristía, acudimos a la casa y continuamos la celebración compartiendo juntas la sabrosa merienda fortaleciendo el encuentro y la comunión.

Varias compañeras no pudieron acudir porque se encontraban confinadas, pero se hicieron presentes con sus mensajes y cercanía.

Para todas el Padre Fundador sigue siendo un referente para seguir a Jesús de Nazaret y humanizar nuestro mundo viviendo el evangelio del trabajo.

Comunidad del Barrio Oliver – Zaragoza