El venerable Nuncio Sulpricio

Joven y obrero, Nuncio Sulpricio fue canonizado por el Papa Francisco el 14 de octubre de 2018, junto al Papa Montini, Óscar Romero y otros.

En tiempos del P. Butiñá, estaba introducido pero no concluido su proceso de canonización, pero incluye esta biografía en La Luz del Menestral y después la amplía en una obra exclusiva. Al escribir sobre personas trabajadoras todavía no canonizadas, ¿pretendía acercar, más incluso, el ideal de santidad?

Como en otras obras hagiográficas, el prólogo es una de las piezas más personales. Una vez más, Jesús Obrero, el Hijo de Dios trabajando en una carpintería, es la Buena Noticia que tiene que contar. A esa Buena Noticia apuntan la vida de los santos, en concreto la de un joven aprendiz italiano.

Butiñá describe su vida virtuosa y, al mismo tiempo, reflexiona sobre lo que constituye el sentido y fundamento de la vida. Destaca la fe como fuente de todo.

 

«Si gobernantes y gobernados, burgueses y proletarios tomasen por modelo al dechado de todos los predestinados, al Obrero de Nazareth trabajando la mayor parte de su vida en una carpintería, ¡qué vuelta daría el mundo! ¡Qué felices serían los obreros! «

«Es el fundamento de las virtudes sobrenaturales la fe, sin la cual es imposible agradar a Dios. Lo que es para la vida animal el aire que respiramos, esto es la fe para la vida sobrenatural del alma; y así como en faltando el aire, cesa la respiración y con ella fenece la vida, asimismo apagada en el alma la fe, mueren las virtudes sobre sobrenaturales y con ellas la vida de la gracia. Mas no solo es la fe fundamento de la vida sobrenatural, sino también es ella la que comunica la vida a todas nuestras obras, las cuales si no están animadas de la fe, de nada sirven para el cielo. Por esto dice el Espíritu Santo en la Escritura: “Mi justo vive de fe”, y a aquel a quien el Señor quiere levantar a encumbrada santidad, comunícale, primero una fe vivísima. Así lo hizo con el venerable Nuncio Sulpricio».

Francisco Butiñá, s.j.