Querida MUJER; Madre, hermana, hija, religiosa, esposa…
Hoy es 8 de marzo. Hoy es un gran día porque celebramos tu ilusión, tu tesón, tu capacidad, tu paciencia, tus ganas de luchar y de seguir adelante.
Cada mañana te levantas dispuesta a contagiar a los que te rodean esa magia que tanto te caracteriza. Aunque estés cansada, te quedan ganas de dedicar una sonrisa a aquellos que más te necesitan y, si estás triste, tu fe te hace sacar fuerzas para continuar.
Cada día trabajas porque para ti, trabajar consiste en dar y recibir, cumplir con la misión encomendada, con la vocación que Dios te ha regalado y que hace que tu vida sea más fecunda.
Trabajar es educar con amor a tus hijos en valores, es decirle a tu pareja cuánto la quieres, es ser amiga incondicional, es no encogerte ante las dificultades. Trabajar es no dejar que se apague la llama; es soñar y hacer del sueño una realidad.
ASÍ ERES TÚ, UNA MUJER TRABAJADORA, UNA MUJER IMPORTANTE, UNA MUJER DE FE QUE, ANTE EL DIOS DE LA VIDA, DEJA QUE EL ESPÍRITU LA GUÍE.
GRACIAS POR EXISTIR!!

Desde el Equipo de Pastoral Vocacional les queremos hacer llegar nuestra felicitación en este bonito día. Deseamos que el Señor siga guiando cada uno de nuestros pasos en la tarea de cada día, nos ayude a acompañar a otros y, juntos, sigamos trabajando construyendo el futuro.
FELIZ DÍA!!

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