Por varios motivos, la figura de San José itinerante se revela en estos tiempos muy sugerente e inspiradora… siendo la suya una itinerancia-servidora, itinerancia con ritmo de búsqueda y de atención a las sorpresas que la vida desvela. Siendo su tarjeta de presentación, las propias manos de artesano rural, urbano, callejero… en fin, siempre en camino. Parece que le oigo como un susurro orante:

Apenas iniciamos el camino,
aparecieron las dificultades:
apegos que no queremos soltar,
rutinas cotidianas infectadas,
miedo a lo incómodo de mis mudanzas.
Y sin embargo, la dinámica de búsqueda
toda ella liberadora de miedos y apatías,
me orientó cuerpo y alma
en dirección al “magis”, al crecimiento,
al horizonte común del BIEN, la VERDAD, la BONDAD!

KAIRÓS en itinerancia

Todo ser humano es aventurero por esencia; desea con ardor una causa última por la cual vivir y entregar la vida, un bien mayor que unifique la multiplicidad dispersa tanto de sus sentires más hondos como de los superficiales.
Hasta “un san José de Nazaret” llevó en su piel las huellas de sudores salvadores… esos que emergen al tiempo que se “sale del propio amor, querer e interés”, al tiempo que se cuenta la propia historia redentora ya en silencio, ya en abrazo, ya en fatiga de artesano sin contrato.
Y sigo escuchando su relato vital:

Mi pasado termina hoy…
¡Mi futuro comienza HOY!
Tiempo lleno de gracia y de oportunidad creativa,
de libertad, arte, alegría,
en saludable convivencia
con mis amores de entre casa, JESÚS y MARÍA,
con “los otros” hermanos-amigos, también en camino…
con la naturaleza herida y vulnerable, mi madre.

“En el tiempo favorable te escuché; en el día de la salvación te ayudé” (Is 49,8; 2Cor 6, 2).

Aprendo del Aprendiz
a ordenar mis afectos y mis proyectos,
a contar la Historia de Salvación
en primera persona del plural,
eterno NOSOTROS, HIJOS y HERMANOS
la Mejor Noticia de la jornada.

Mariela fsj

Fotografía: Retablo de la iglesia del Asilo San José de Torrelavega.