«Señor, envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra».

El Espíritu Santo sigue dando vida y animando nuestros corazones con la misma fuerza con la que encendía los corazones de aquellos que escucharon de viva voz al Nazareno. Hoy, el Espíritu Santo nos llama a reunirnos, nuevamente, para recibir la fuerza y la alegría del resucitado. Y son estos mismos sentimientos los que estamos experimentando, hoy, al celebrar 10 años de la Pastoral Juvenil de nuestra Parroquia, “São José Operário” de Três Rios. Un día como hoy, hace 10 años, en la gran fiesta de Pentecostés se daba inicio a la Pastoral Juvenil con jóvenes de todas las comunidades que forman nuestra Parroquia de São José Operário: Pilões, Ponto azul, Ponte das Garças, Moura Brasil y Triângulo.

Desde que inició la pandemia las actividades pastorales se suspendieron y, aunque los jóvenes tienen su participación especial en la Eucaristía los cuartos domingos de mes, hasta ahora no se había hecho ningún evento con todos ellos, por temor al contagio. Es por eso que estábamos a la expectativa de si vendrían o no a esta gran celebración, y nuestra sorpresa fue muy grande al encontrarnos con tantos jóvenes animando y participando de esta fiesta de Pentecostés tan importante para todos nosotros.

Al finalizar la proclamación del Evangelio, el Párroco, Padre Medoro invitó a la Hna. Azucena Becerra a hacer la homilía, quien animó a los jóvenes a estar atentos a la voz de Dios en un mundo donde existe un mar de informaciones, de posibilidades, de conceptos y opiniones sobre cómo vivir, qué hacer y para donde ir, en una sociedad mediática que intenta moldear un patrón de vida ideal para alcanzar el éxito y ser feliz; a no tener miedo de seguir la voz del Resucitado, a contemplar a María, nuestra Madre; a acudir a Ella, que acompañó a los apóstoles en sus momentos más difíciles, para que también los acompañe y se dejen guiar por el Espíritu Santo; que admiren y contemplen a San José el hombre del silencio, de la prudencia y de la discreción, que siempre escuchó la voz del Espíritu y se puso en camino a hacer la voluntad de Dios. Terminó la homilía invitando a los jóvenes a participar de una transmisión en directo, para retomar las actividades juveniles, por ahora, de manera virtual. Finalizamos la Eucaristía dando gracias a Dios por la vitalidad y alegría de nuestros jóvenes que son el presente del mundo y de la Iglesia. Los jóvenes quedaron muy contentos y motivados con esta celebración.

Comunidad de Três Rios, RJ