Desde hacía tiempo echábamos en falta que, en nuestra parroquia de Santa Rita de Casia, no hubiera una imagen de San José. En alguna ocasión le habíamos comunicado al párroco nuestra inquietud y deseo, pero la respuesta se alargaba.

Este año, a raíz de la proclamación, por el Papa Francisco, del jubileo de San José, se lo volvimos a recordar. Nosotras nos hacíamos cargo de comprar la imagen.
Así se hizo y, el día 1 de mayo, por fin se entronizó la imagen de San José Obrero en nuestra parroquia.

A las 12:00 hs. de ese mismo día vino el S. Obispo, Mn. Enrique Sánchez Martínez a celebrar la Eucaristía. Antes bendijo la imagen a la entrada de la iglesia y en procesión se llevó hasta el presbiterio donde estuvo colocada durante la misa. Con el obispo concelebró nuestro párroco Roberto Peralta y participó el diácono de nuestra parroquia Fidel Guzmán. Nos acompañaron las hermanas de la comunidad del Centro.

A pesar que era el día internacional del trabajo, mucha gente trabajó, y no pudo acudir, pero, aun así, nos acompañó un número considerable de amigos y conocidos con quienes compartimos esta celebración.

Mucho nos acordamos del P. Butiñá quien insistía tanto en que se diera a conocer la figura de San José, para que en todo el mundo fuera honrado y venerado, para que todos los trabajadores fijaran en él su mirada y aprendieran de él a trabajar, ganándose el sustento y atender así a sus familias. Con esta imagen queremos motivar nuestra devoción, acudir a él.

También nos unimos a muchos creyentes y no creyentes que celebran este día del trabajador, y nos solidarizamos con aquellos que luchan por la justicia en el mundo del trabajo.

En la homilía el Sr. Obispo invitó a todos los presentes a honrar la imagen de S. José en las visitas a la parroquia y a hacerlo presente en la vida personal, familiar y laboral, imitando sus actitudes.

En el ofertorio se presentaron varios instrumentos de trabajo como expresión de todos los oficios: hilos, sartén, pintura, martillo, libros, tijeras, nivel de albañil…que quieren representar el trabajo que realiza cada hombre y cada mujer. A José confiamos nuestra profesión con la cual y para la cual trabajamos. También le confiamos a los que no tienen empleo, ni recursos y le pedimos nos enseñe a santificar nuestro trabajo y nos ayude a compartir sus frutos. A él, que cubrió las necesidades materiales de la Sagrada Familia, le encomendamos en este día, la vida de nuestras familias y de nuestras comunidades.

En la ORACIÓN DE LOS FIELES, pedimos:

• Por el papa, los obispos, los sacerdotes, para que, desde sus realidades pastorales, sensibilicen y visibilicen la importancia de extender en la sociedad y en el seno de la actividad pastoral de la Iglesia la defensa del trabajo digno.
• Para que nuestras acciones, grandes o pequeñas, aporten esperanza a una sociedad en la que se dignifique y se ayude a crecer a la persona por medio del trabajo.
• Por quienes sufren la violencia en el trabajo, por quienes viven en la precariedad y sin derechos sociales.
• Por las mujeres en el trabajo, por las víctimas de acoso y discriminación.
• Por las organizaciones sindicales, para que con justicia promuevan los intereses legítimos de la colectividad.
• Por la prosperidad de las empresas, para que sirvan al bienestar general.
• Por las autoridades públicas, para que garanticen la justicia social dentro y fuera de las empresas.
• Y con el papa Francisco, imploremos a san José obrero para que encontremos caminos que nos lleven a decir: Ahora más nunca, ¡ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo digno

Después de la comunión se les repartió a todos los asistentes una estampa con la misma imagen de San José. Terminamos la Eucaristía agradeciendo a todos los presentes su asistencia y animándonos a vivir en la vida el ejemplo de San José. 

¡Y en la comida no faltó un significativo pastel!

Hnas Amparo Lenarduzzi, Guadalupe Guarneros, Benita de la Cuerda, Bertha Gil, Serena Ayala y Sara González.